Un nivel de remuneración digno es un elemento esencial para la valorización de los profesionales de la Educación al lado de otros como la buena formación, los estímulos y asenso en la carrera, y su participación en el debate y decisiones de política pedagógica.
Hoy se está discutiendo en el Congreso
la carrera docente en medio de una huelga magisterial significativa,
síntoma del deterioro histórico de las condiciones salariales y de vida
de los maestros y maestras del Perú.
Ambos aspectos están en tensión y el segundo obstaculiza afrontar el
primero. El nivel de deterioro de la profesión docente es enorme y
constituye una deuda histórica del país con los maestros. Incluye no
solo la reducción de su salario promedio, sino también la estafa a que
fueron sometidos vía el Decreto Supremo 082: hoy muchos están
deficientemente formados porque pagaron por un Instituto Pedagógico de
ínfima calidad que el Estado no supervisó ni acreditó.
Hoy que el país crece a un ritmo de
6% y tiene acumulados 14 mil millones de soles en superávit resulta insólito
que no se decida un incremento justo del salario magisterial. La
sinrazón de no hacerlo se evidencia si comparamos el salario de un docente peruano
con sus similares en América Latina: Perú: $460, Brasil: $1.454, Argentina: $
2.760, Chile: $ 1,200, México: $ 1941, Colombia: $ 2,300.
Pero además, estudios internacionales muestran que el nivel
socioeconómico y salarial de los profesores es entre 25% y 40% menor al de
otros profesionales con nivel de formación equivalente o incluso inferior
(“Teacher´s Salaries in LatinAmerica: HowMuch Are They-UnderorOver-Paid?” BID
2011).
En el Perú, de acuerdo a información del Ministerio de
Trabajo, un maestro gana menos que una aeromoza (S/. 2,384), un counter (S/.
1,928) o un cargador de almacén en el aeropuerto (S/.1510). También gana menos
que un albañil (S/.1,748), un carpintero (1,813), un electricista (1,813), un
gasfitero (S/. 1,693), un pintor (S/.1, 645) o un peón de construcción
(S/.1,385) en obras de edificación. Insólitamente gana menos que un cobrador de
Seguros (1,349), que un afiliador de Seguros (S/. 2,828) y que un auxiliar o
cajero bancario (S/. 1,280). Menos incluso que un vendedor de electrodomésticos
(S/.1,387) o un asistente de compras (S/.1341) en el rubro de actividades
comerciales.
Después de 5 años de estudios un profesional que es
responsable de formar personas y desencadenar su potencial humano tiene menos
valor de cambio que operarios que trabajan con insumos materiales o empleados
con Educación secundaria que trabajan en un banco. “Aprendí a leer a los cinco
años, en la clase del hermano Justiniano, en el Colegio de la Salle, en
Cochabamba. Es la cosa más importante que me ha pasado en la vida”, dijo Vargas
Llosa al recibir el Nobel. ¿Podremos decir nosotros lo mismo en el futuro?
¿Cuánto cree usted que debe ganar un maestro en el Perú?
Estamos en una situación límite que no se afronta pese
a tener recursos para hacerlo. Es hora de saldar la deuda histórica del país
con los maestros. Constituye un imperativo ético y un requisito para la
sobrevivencia de la Educación peruana.
FUENTE: LA PRIMERA. Teresa Tovar Samanez. A ojo de buen cubero.